La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) ha anunciado su propósito de revolucionar por completo el sistema de facturación en España. Incluso las transacciones más pequeñas serán objeto de control con el objetivo de mejorar la fiscalización de manera efectiva.
El nuevo proyecto de la AEAT, implica la creación de un extenso sistema para supervisar de cerca a todas las empresas en España. Dicha supervisión se realizará mediante el software Veri*Factu, el cual es el sistema de facturación electrónica que remite directamente las facturas emitidas a la AEAT.
Aunque el reglamento que rige este sistema entró en vigor el 7 de diciembre de 2023, debido a las exigencias técnicas tanto para las empresas como para la Administración, se acordó otorgar un plazo adicional a los obligados tributarios para su correcta adaptación. La fecha límite para la implementación completa se ha fijado en el 1 de julio de 2025.
La verifactura y sus beneficios.
El propósito principal que persigue este sistema es combatir el fraude fiscal, otorgando a la Administración Tributaria un mayor control sobre las facturas emitidas por empresarios y profesionales.
Además de su función antifraude, este software busca fortalecer la confianza de los consumidores al garantizar que las transacciones se realicen de manera legal, eliminando cualquier sospecha de fraude. Ahora, el receptor de una factura podrá verificar si el emisor ha enviado la misma a la AEAT.
Para esta última, la principal ventaja de este sistema es que toda la información estará digitalizada y en su poder, lo que facilitará las inspecciones y comprobaciones.
Códigos QR en todas las facturas.
La parte más visible para todos será la inclusión de un código QR en cada factura, que permitirá al cliente compartir cierta información de manera voluntaria con la AEAT. Este proceso puede llevarse a cabo escaneando el código QR o proporcionando el código alfanumérico que lo acompaña.
En el caso de que la factura se emitiese en formato digital, próximo al código QR deberá incluirse el texto de la URL que estará codificada en el propio código QR, que debe contener un hipervínculo con la misma funcionalidad.
Es importante recordar que las facturas tendrán que incluir los datos habituales, de acuerdo con el art. 6 del Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación, esto es, el NIF, nombre, apellidos y razón social, el número de factura, la fecha de expedición, el tipo de factura, la descripción de las operaciones, el importe de la factura, el régimen aplicado a efectos del IVA y la base imponible.
La AEAT proporcionará en su plataforma electrónica una vía para enviar esta información. Esto contribuirá a combatir el fraude, ya que una factura entregada al cliente que no esté registrada por cualquier motivo puede ocasionar problemas como podría ser el inicio de una inspección. El envío de esta información no será considerado como denuncia de infracciones tributarias, pero podría dar lugar a inspecciones futuras si se detectan irregularidades.
Esta normativa se aplicará a todos los contribuyentes del Impuesto sobre Sociedades, a los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que desarrollen actividades económicas, a los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que obtengan rentas mediante establecimiento permanente y a aquellas entidades en régimen de atribución de rentas que desarrollen actividades económicas.
La huella digital de la factura anterior.
Menos visible pero igualmente crucial será la inclusión de la huella digital de la factura inmediatamente anterior, que debe figurar en el registro de alta de la factura. Esto garantiza que cada factura esté vinculada a la anterior, asegurando la trazabilidad e integridad del programa de facturación.
Además, los programas de facturación están obligados a firmar electrónicamente los registros de facturación de alta y de anulación, asegurando así que no puedan ser modificados posteriormente.
Este enfoque integral busca elevar los estándares de transparencia y responsabilidad en el ámbito fiscal, sentando las bases para un control más efectivo y la erradicación del fraude.