Una vez que ya conocemos sucintamente qué son las criptomonedas y sus características, tal y como anunciábamos en el artículo del lunes pasado y, desgraciadamente, al mantenerse la triste actualidad internacional respecto a la invasión por parte de Rusia a Ucrania, en este artículo comentaremos el posible uso de las criptomonedas por parte de Rusia como mecanismo para eludir las sanciones económicas y proteger su economía.
En este sentido, se espera que Rusia trate de evitar las consecuencias económicas de las sanciones impuestas por la UE, regulando y reconociendo las criptomoendas y así proteger sus inversiones, activos y continuar operando con otros países u entidades que acepten este método de pago. Por otro lado, la UE, tratará de evitar que las empresas y plataformas del criptomonedas, operen con Rusia, a cambio, de su regulación y reconocimiento.
Como antecedentes, debemos remontarnos a 2014, cuando Rusia invadió Crimea y, como consecuencia de este acto, la UE impuso sanciones económicas y medidas accesorias, como limitaciones de transacciones con Rusia, a sectores y determinados lugares, que han supuesto un perjuicio económico para la economía rusa de alrededor de 50.000 millones de dólares anualmente.
Por este motivo, ha llamado la atención que con este nuevo acto de invasión del territorio ucraniano, el cambio de rublos (moneda rusa) a criptomonedas en un solo día fue de aproximadamente 3.000 millones de rublos, lo equivalente a 30 millones de dólares. Este hecho no ha pasado desapercibido para la UE, que ya ha advertido el riesgo de que este mecanismo se convierta en una forma de elusión de las sanciones y, en general de la economía rusa, permitiendo conservar su actividad económica a los oligarcas rusos y demás empresas que sustentan y apoyan al gobierno ruso, así como las propias inversiones de éste último.
Desde la UE, entienden fundamental evitar que esto suceda, ya que, hasta el momento el cerco económico a Rusia, había provocado que su moneda se desplomara y se calificara como bono basura la deuda pública rusa.
El mecanismo elusorio de las criptomonedas, puede prosperar debido a la falta de regulación de las mismas, es decir, no existe un organismo competente que controle su tráfico y, por ello, no puede ser objeto de sanción. Como consecuencia, tampoco facilitará información sobre los titulares de las criptomonedas, las transacciones de las mismas ni el origen del dinero que se invierte, lo cual, vulnera la normativa en blanqueo de capitales.
Por ello, las criptomonedas permitirían a los ciudadanos y empresas rusas poner a salvo su patrimonio de las posibles sanciones económicas de la UE, el motivo es que la tecnología que usan las criptomonedas, el blockchain, no permite conocer quién es el propietario de esas cuentas, ni dónde reside. Esto, únicamente se sabrá cuando se vincule la cuenta de criptomonedas a una cuenta bancaria, es decir, cuando se produzca el intercambio de monedas para su cobro.
La solución es la compleja regulación nacional e internacional del mercado de las criptomonedas, por ejemplo, momentáneamente, prohibiendo que las empresas intercambiadoras de criptomonedas operen con Rusia, a cambio de una regulación europea.
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